En el momento de decidir el tipo de conexión a emplear para unir el eje del motor y el reductor, es importante conocer las ventajas y desventajas de los distintos tipos de conexiones. Actualmente, la necesidad de incrementar la producción de las máquinas comporta intrínsecamente el incremento de la velocidad, la precisión y la fiabilidad de los equipos. En transmisiones altamente dinámicas, reducir tamaños nos permite reducir inercias facilitando incrementar la velocidad. Y esta es la tendencia que vemos en los fabricantes de motores y reductores, donde cada vez las dimensiones son menores, pero a la vez con una mayor capacidad de aceleración y mayor precisión. Estas tendencias hacen que sea necesario poner el foco en varios aspectos de las conexiones eje-cubo: el juego existente o que puede aparecer, la distribución de las tensiones y el equilibrado. En muchas ocasiones las exigencias hacen que las uniones por chaveta queden obsoletas, dando paso a las uniones por fricción.
Los casquillos SPIETH destacan por la elevada precisión que ofrecen y también por su flexibilidad de montaje. A diferencia de los aros cónicos, están construidos de una sola pieza de acero sin uniones que puedan comprometer las tolerancias. Al comprimirlos axialmente, la geometría única de un cuerpo completamente simétrico asegura una contracción transversal en la dirección del eje y del cubo. El resultado es un autocentrado equivalente al de una expansión hidráulica, pero más simple, segura y rígida. Por otra parte, su diseño cilíndrico genera niveles de desgaste mínimos con respecto a los componentes que conectan. La homogeneidad de la sujeción en las superficies de contacto elimina la posibilidad de tener concentración de tensiones en puntos concretos.
Al diseñar su aplicación debemos considerar que las superficies del casquillo, tanto interior como exterior, deben estar totalmente cubiertas por los elementos a conectar. Pero precisamente la forma cilíndrica de los casquillos SPIETH facilita al extremo esta condición. El par de transmisión es directamente proporcional a la tolerancia de los ejes y del cubo, por lo que debe observarse la recomendación del fabricante. Para asegurar que la fuerza ejercida sobre el cubo y el eje quedan dentro del rango elástico es necesario garantizar el espesor mínimo de su pared. Esto también aplica en los casos de utilizar ejes perforados.
En ocasiones, los casquillos se emplean para transmitir fuerzas axiales entre los componentes, o también una combinación de fuerzas axiales y par de transmisión. En los casos en que se combinen ambas fuerzas, es necesario realizar un cálculo para comprobar la idoneidad del casquillo seleccionado.
Cada aplicación es única y la selección del casquillo óptimo debe realizarse de forma individualizada. SPIETH ofrece una amplia gama de soluciones, características y formas de montaje: con tornillos, sin tornillos o para ejes de motor según DIN748. Y también disponemos de casquillos de sujeción en acero inoxidable. En HERREKOR nuestros técnicos comerciales y nuestros ingenieros de aplicación, con una formación específica y continuada en uniones sin chaveta, estamos a su disposición para asesorarle y seleccionar el acoplamiento que mejor se adapta a su necesidad.
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